Imagínate perder de 3 a 5 kg en 7 días, comiendo hasta saciarte y sin contar calorías.
Parece un cuento de hadas, pero ese método existe y no tiene nada que ver con el ayuno ni con las pastillas. Lo único que hace falta es reiniciar tu enfoque hacia la comida.
El secreto es sustituir las calorías vacías por calorías nutritivas.

Por ejemplo, en lugar de yogures dulces con aditivos, tome requesón natural con bayas. En lugar de arroz blanco, utilice quinoa o bulgur. De esta manera saturarás tu cuerpo de vitaminas y saciarás tu hambre durante mucho tiempo.
Añade verduras a cada comida: llenan tu estómago con casi ninguna caloría. Pruebe la ensalada de repollo y zanahoria o las verduras a la parrilla: es deliciosa y abundante.
Las especias son tu ingrediente secreto. La pimienta de cayena, el jengibre y la canela aceleran el metabolismo.
Añade una pizca de pimienta a tu sopa o jengibre a tu batido para aumentar la quema de grasa. Y también bebe té verde: contiene antioxidantes y ayuda a eliminar el exceso de agua.
El agua es la base de todo. Bebe un vaso 20 minutos antes de la comida: esto reducirá el apetito y evitará comer en exceso.
Reemplaza las bebidas azucaradas por agua con limón o menta: de esta manera reducirás cientos de calorías "vacías" al día. Si le resulta difícil beber agua natural, agregue bayas congeladas o pepino para darle sabor.
La proteína es la clave para mantener los músculos. Huevos, pescado, requesón, tofu: elige lo que te guste. Por ejemplo, una tortilla con verduras para el desayuno, pechuga de pollo para el almuerzo y requesón para la cena.
Las proteínas requieren más energía para digerirse y los músculos queman calorías incluso en reposo.
Permítete una comida trampa una vez a la semana: esto te ayudará psicológicamente y no ralentizará tu progreso.
¿Has comido pizza? Al día siguiente, vuelve a tu dieta normal. Y no te peses todos los días: el peso fluctúa debido al agua. Mide el éxito por tu ropa o fotos de antes y después.
El sueño y el estrés son factores importantes. Duerme 7-8 horas: la falta de sueño ralentiza tu metabolismo. Antes de acostarte, tómate un baño tibio o escucha música relajante.
Y si estás nervioso, bebe té de manzanilla en lugar de chocolate: reducirá la ansiedad sin dañar tu figura.
Recuerda: perder peso rápidamente es posible, pero para mantener los resultados es necesario que hagas de estas reglas una parte de tu vida.
Empiece poco a poco: sustituya un producto nocivo por uno saludable y en un mes se sorprenderá de los cambios.