No creas que podrás preparar un rico primer plato sólo cuando tengas un trozo grande de lomo en el frigorífico.
Para servir un caldo de huesos igualmente sabroso, puedes utilizar los huesos y cartílagos que quedan después de cortar la carne.
Además, las verduras le serán útiles (por cierto, incluso las cáscaras de verduras en forma de cáscaras de zanahoria, cáscaras de cebolla, tapas quitadas de los pimientos morrones, tallos de eneldo, etc.) son adecuadas.
Para que su caldo de huesos sea aún más beneficioso, busque una botella de vinagre de sidra de manzana en el gabinete de su cocina.
Para conseguir el efecto deseado, basta con una cucharada de ácido acético.
Este componente ayudará a "extraer" los nutrientes contenidos en los huesos y el tejido conectivo.
El vinagre también extraerá el colágeno presente en las materias primas utilizadas para hacer caldo de huesos.
Así, prácticamente a partir de residuos, podrás preparar un caldo apetitoso y saciante que, además, mejorará tu salud.