Una receta de pastel que se derrite en la boca: seguro que nunca la has probado

26.02.2025 11:45

Imagínate cortando un pastel esponjoso con un cuchillo y el aroma de vainilla y canela llenando la cocina.

El primer bocado se derrite literalmente en la lengua, dejando un regusto que te hace querer cerrar los ojos y suspirar.

Si crees que un postre así sólo lo puedes probar en una pastelería cara, estás equivocado.

Hornada
Foto: © Belnovosti

El secreto de una tarta perfecta está en los detalles que incluso los chefs más experimentados ocultan. Y ahora aprenderás cómo repetir este milagro en casa.

Empecemos con la prueba. Tome harina de primera calidad y tamícela dos veces. Esto saturará la masa con oxígeno y la textura se volverá ingrávida.

Añade una pizca de ácido cítrico a los ingredientes secos: el bicarbonato lo "apagará" durante la cocción, pero tendrá tiempo de ablandar las migas.

El secreto principal: amasar la masa con las manos frías. Si sus palmas están calientes, enfríelas bajo el agua o use una cuchara.

La grasa de la masa (mantequilla o margarina) no debe derretirse antes de meterla al horno; así la tarta crecerá de manera uniforme.

Ahora el relleno. Si usa fruta, espolvoréela con almidón: absorberá el exceso de jugo y el fondo no quedará empapado.

Para la tarta de manzana, añade miel a las rodajas en lugar de azúcar: se carameliza durante la cocción y crea una corteza crujiente.

Aquí tienes un truco para preparar el relleno de requesón: bate el requesón no con huevos, sino con crema agria. La consistencia se volverá cremosa y la acidez de la crema agria eliminará el dulzor.

Precaliente el horno más de lo habitual: hasta 200 grados. Coloque la tarta en la rejilla inferior durante los primeros 10 minutos para permitir que la base se asiente, luego muévala a la rejilla del medio.

Por último, puedes encender la parrilla superior durante un par de minutos para obtener una corteza dorada. Pero no abras la puerta durante los primeros 20 minutos: el cambio de temperatura hará que la masa “baje”.

Ahora viene el ingrediente secreto que lo cambia todo. Añade una pizca de pimienta negra a la masa dulce.

No le dará un toque picante notable, pero realzará el sabor a vainilla y canela. En tartas saladas (por ejemplo, con carne), pruebe agregar una gota de jugo de naranja al relleno: el ácido cítrico suavizará el contenido de grasa y le dará un toque picante.

No corte inmediatamente el pastel terminado; déjelo enfriar durante 40 a 60 minutos. De esta manera el relleno se “asentará” y las piezas no se desharán.

Sirva con un agregado inesperado: para una versión dulce, agregue una bola de helado con aceite de oliva y sal (esto resaltará las notas de caramelo), o para una versión salada, agregue miel y nueces.

Y un último consejo: aunque la tarta no te parezca lo suficientemente bonita, espolvoréala con azúcar glas a través de un colador o decórala con bayas frescas. El sabor seguirá siendo divino y la apariencia será perfecta.

¡Ahora ya sabéis lo que los chefs guardan en secreto: solo queda probarlo en la práctica!

Igor Zur Autor: Igor Zur editor de recursos de internet


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