No ha sido ningún secreto durante mucho tiempo que la tasa metabólica en cualquier organismo depende directamente de qué tan activamente se comporten nuestras enzimas.
A lo largo del día, su actividad puede aumentar o disminuir.
Por tanto, quienes quieran adelgazar o mejorar su salud deben ajustar su dieta para que el consumo de uno u otro tipo de alimentos coincida con el pico de actividad de las enzimas que los descompondrán.
Es en este caso que los kilogramos "problemáticos" comenzarán a "derretirse".
Por la mañana, en las primeras horas después de despertarse, el cuerpo humano se adapta a la producción de enzimas que ayudan al cuerpo a procesar y absorber la grasa.
Esto significa que en este momento puedes y debes incluir en tu dieta alimentos ricos en grasas. Podría ser aceite, verdura o mantequilla, queso, huevos.
Al mediodía se producen enzimas que ayudan a digerir las proteínas.
Por tanto, el almuerzo es el momento ideal para que la carne entre en el organismo, pero conviene combinarla con verduras, ensaladas o simplemente verduras. Para que la carne brinde el mayor beneficio posible, debe prestar atención a las variedades bajas en grasa: carne de pollo o pavo.
Siguiendo el ejemplo de los habitantes de la montaña, conocidos por su longevidad, así como por su amor por la barbacoa y el vino de uva, puedes complementar tu comida con una copa de vino tinto.
La única condición para consumir alimentos con proteínas es la inclusión de una gran cantidad de verduras en la dieta.
La insulina comienza a liberarse activamente por la tarde. Es responsable de la absorción del azúcar.
Cabe mencionar aquí que comer a esta hora no es una comida completa, sino un pequeño refrigerio, necesario para que el cuerpo no sienta hambre.
Es durante el día cuando se pueden comer dulces, centrándose en comer frutas ricas en minerales, vitaminas y, por supuesto, que contengan azúcar.
Los amantes de los frutos secos pueden consumirlos junto con frutas.
Se distinguen por su asombrosa capacidad para satisfacer la necesidad de dulces del cuerpo, así como para saciarlo durante mucho tiempo.
Un trozo de chocolate, malvavisco, turrón o malvavisco tendrán cabida en la mesa. No debe darse el gusto de comer pasteles dulces, bollos y otros productos horneados.
Esto afectará su figura, y si es completamente insoportable sin harina, entonces el pan seco o los productos horneados sin levadura pueden reemplazarlo de manera útil.
Se observa una liberación mínima de enzimas hacia el final del día. Por eso, para evitar que aparezcan los kilos de más y desaparezcan los existentes, conviene organizar una cena ligera.
Se suponía que la comida que se tomaba durante el día satisfaría la sensación de hambre, y por la noche no sería tan aguda. Si no tienes apetito, puedes saltarte la cena sin perjudicar tu salud. Por ejemplo, sin miedo a sufrir gastritis o úlceras.
Para la cena, puedes beber un vaso de kéfir o yogur, combinándolo con media manzana.
Si aún tienes muchas ganas de comer, el pescado al horno con verduras será un plato ideal que podrá saciar el organismo.
La única condición es que comas este plato antes de las 19:00 horas. Además de limitar la ingesta de líquidos, de lo contrario no se puede evitar la hinchazón por la mañana.
Anteriormente te contamos qué alimentos ayudarán a mejorar la función intestinal .