La dieta mediterránea se basa en alimentos y métodos de preparación propios de los países situados a orillas del mar Mediterráneo, es decir, Italia, Grecia, España y Francia.
Este tipo de dieta tiene muchas ventajas, mientras que solo me viene a la mente una desventaja: el alto coste de la dieta debido a la abundancia de mariscos.
Sin embargo, la dieta se puede adaptar a nuestras condiciones. Lo principal es preservar sus principios básicos.
1. Deje que haya muchas verduras y frutas en su mesa, no necesariamente "en el extranjero", las locales también servirán: repollo, remolacha, zanahoria, manzanas, peras, etc.
2. Incluya pescado en su dieta, sus tipos disponibles: merluza, abadejo, bacaladilla, etc.
3. Reemplace el aceite de oliva con aceite de girasol o de linaza; también contienen grasas saludables.
4. Los mariscos no son la única fuente de proteínas. Para obtener la cantidad adecuada, puedes comer, por ejemplo, legumbres y frutos secos.
5. Dar preferencia a los productos integrales: pan integral y cereales: trigo sarraceno, avena y cebada.
6. Consuma carne con moderación, eligiendo una variedad asequible, por ejemplo, pollo.
7. Prepare comidas en casa utilizando ingredientes simples y naturales para reducir la cantidad de alimentos procesados en su dieta.
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