Recuerda: si una vez más decidiste perder peso y nuevamente fallaste, esto no significa que no tengas fuerza de voluntad.
En lugar de culparse, le sugerimos que se familiarice con una forma eficaz que le ayudará a seguir su dieta.
Suena así: "Menos calorías, más comida".
Aunque parezca paradójico, es el volumen de comida lo que nos sacia: los receptores del estómago indican al cerebro que está lleno.
Por eso, cuando las personas se ponen a dieta e inmediatamente empiezan a comer porciones pequeñas, a menudo recaen.
Pero ¿y si, en lugar de reducir el tamaño de las porciones, las aumentáramos y al mismo tiempo intentáramos cambiar la calidad de los alimentos, haciéndolos más bajos en calorías y más ricos en fibra?
Intenta, al menos a modo de experimento, comer las 5 porciones de verduras recomendadas cada día.
Se pueden añadir verduras a una variedad de platos: chuletas, albóndigas, puré de patatas, guisos, guisos, huevos revueltos e incluso postres y cócteles.
Esto reducirá significativamente el contenido calórico de este último y el cuerpo recibirá la fibra necesaria, que se absorbe lentamente y ayuda a mantener la sensación de saciedad por más tiempo.
Anteriormente te contamos cómo cocinar trigo sarraceno para una dieta.