La cebolla es un ingrediente importante en las ensaladas, aportándoles aroma y sabor. Sin embargo, no todas las variedades de cebollas son aptas para el consumo en fresco.
Algunos de ellos pueden provocar consecuencias desagradables para el organismo o estropear el sabor. Por lo tanto, vale la pena averiguar qué tipos de cebollas no se deben agregar a las ensaladas.
Cuando la cebolla se convierte en el “enemigo”
Las cebollas contienen fitoncidas, que les dan un sabor y olor acre, pero algunas variedades tienen un mayor contenido de sustancias que pueden ser dañinas cuando se consumen crudas.
Agregarlo a las ensaladas puede tener efectos inesperados en el cuerpo y afectará negativamente el sabor.
cebollas
Tiene un sabor más intenso y un olor más pronunciado en comparación con otras variedades.
En algunos casos, puede provocar irritación de mucosas e incluso reacciones alérgicas en personas con hipersensibilidad.
Chalote
Esta variedad tiene un sabor más suave que la cebolla, pero también puede causar molestias si se come cruda.
El alto contenido de azufre de las chalotas puede irritar el tracto gastrointestinal, especialmente en personas con digestión sensible.
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