Una dieta reductora del colesterol te permite incluir en tu dieta habitual alimentos que ayuden a reducir el colesterol.
El colesterol es vital para los humanos y es una sustancia especial parecida a la grasa que forma parte de todos los órganos y tejidos. El compuesto también se encuentra en las membranas celulares; a partir de él se producen muchas hormonas. Por ejemplo, los genitales.
Además, el colesterol es necesario para mantener el correcto funcionamiento del sistema nervioso central y regular el proceso de digestión de los alimentos.
La mayor parte del colesterol se produce en el hígado. Además, el colesterol ingresa al cuerpo con los alimentos. En la sangre, el colesterol está unido a determinadas partículas (colesterol + proteínas) llamadas lipoproteínas. Las partículas tienen diferentes densidades y diferentes propiedades.
Existen lipoproteínas de baja densidad (LDL) y lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). Estos últimos se denominan "malos" debido a que suministran colesterol a la pared del vaso, lo que posteriormente conduce al bloqueo de la luz, es decir, a la formación de una placa aterosclerótica. Las lipoproteínas "buenas" de alta densidad (HDL) están llamadas a eliminar el colesterol de las paredes de los vasos sanguíneos.
Con la excepción de un pequeño número de personas con hipercolesterolemia hereditaria, los niveles de colesterol generalmente se asocian con una mala alimentación.
Una dieta equilibrada es una dieta equilibrada y regular (al menos 4 veces al día) con un consumo limitado de sal. Las investigaciones realizadas por científicos han demostrado que si limita el consumo de sal, el riesgo de infarto de miocardio y otros eventos cardíacos se puede reducir en un 25%.
Es muy útil aumentar el consumo de alimentos que contengan potasio y magnesio (remolacha, albaricoques, algas, pasas, calabacines, calabaza, trigo sarraceno).
El médico jefe adjunto de Asuntos Médicos del VI Hospital Clínico de la ciudad de Minsk, Malaya T.V., compartió las principales recomendaciones para seguir una dieta hipocolesterolémica.
- La alimentación debe ser variada y el aporte energético debe ser óptimo para mantener el peso ideal.
- Se debe fomentar el consumo de los siguientes alimentos: frutas y verduras, cereales y panes integrales, lácteos bajos en grasa, carnes magras, pescado.
- Se recomienda consumir productos que contengan aceite de pescado y omega-3, que tienen propiedades protectoras especiales.
- El contenido total de grasas no debe exceder el 30% de la composición energética total, y el contenido de grasas saturadas no debe exceder un tercio de todas las grasas consumidas; la cantidad de colesterol total consumida debe ser inferior a 300 mg/día.
- En una dieta baja en calorías, las grasas saturadas deben sustituirse en parte por carbohidratos y en parte por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas procedentes de vegetales y animales marinos.
Para prevenir la aterosclerosis, se recomienda comer más fruta: al menos 400 g o 5 porciones al día: 1 ración = 1 manzana/1 plátano/1 naranja/1 pera/2 kiwis/2 ciruelas/1 cucharada de frutos secos/1 rodaja grande de melón o piña /1 vaso de jugo. La cantidad de verduras frescas o hervidas en la dieta debe ser de al menos 400 g (2 tazas).
Los principios básicos de nutrición recomendados para la prevención de la aterosclerosis y la dislipidemia (la dislipidemia es una condición hereditaria o adquirida caracterizada por una alteración de la formación, el metabolismo y la eliminación de la circulación de lipoproteínas y grasas, lo que conduce a un aumento o disminución de su contenido en la sangre. ), son los siguientes.
- Consumo regular de variedad de verduras y frutas (verduras frescas de postre).
- La proporción entre grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas debe ser de 1:1:1.
- Consumo moderado de productos lácteos (leche desnatada, quesos desnatados y yogures desnatados).
- Se debe dar preferencia al pescado y las aves (sin piel) a los productos cárnicos.
- De los productos cárnicos, elija carne sin capas de grasa.
- No consumir más de 2-3 huevos por semana (limitar el consumo de yemas, pero no de clara, que puede ser ilimitado).
En conclusión, incluso pequeños cambios en el estilo de vida pueden retardar el envejecimiento del corazón y, al elegir alimentos saludables, todos los pacientes deben recibir asesoramiento profesional sobre la elección de alimentos y seguir una dieta que se asocie con un riesgo mínimo de ECV.