Millones de personas en todo el mundo están preocupadas por perder peso y buscan diversos ayudantes para obtener resultados rápidos. Y como hay demanda, comenzaron a aparecer productos que en realidad son una “pastilla mágica”, por eso hoy hablaremos de quemagrasas.
Por el nombre ya se puede entender la función principal de este producto, o mejor dicho, un complemento nutricional. A menudo, su uso es recurrido por deportistas que necesitan “secar” su cuerpo para determinadas competiciones. Pero analicemos este producto junto con la nutricionista Maria Kapralova desde el punto de vista de la dietética y la nutriología.
Los quemagrasas son un complemento alimenticio que afecta a una serie de procesos digestivos, provocando una disminución del tejido adiposo en el cuerpo humano.
Los hay de varios tipos:
- lipotrópicos;
- termogénicos;
- bloqueadores de grasas y carbohidratos;
- bloqueadores del apetito.
Cada uno de ellos lleva un conjunto diferente de funciones.
Los lipotrópicos aceleran el metabolismo de los lípidos. Utilizan la grasa como fuente de energía y también son eficaces sobre los depósitos de grasa visceral. Actúan como estimulantes: aceleran el metabolismo, suprimen la absorción de grasas y carbohidratos y, al mismo tiempo, suprimen la síntesis de grasas en el cuerpo.
Termogénicos: aceleran el metabolismo y suprimen el apetito, aumentan la producción de calor y energía, activan el sistema nervioso simpático, que es responsable del funcionamiento de los órganos internos cuando el cuerpo gasta energía. El sistema nervioso simpático asegura la adaptación del cuerpo a las condiciones ambientales cambiantes al cambiar el nivel de metabolismo en órganos y tejidos.
Los bloqueadores de grasas y carbohidratos impiden la absorción de las grasas y los carbohidratos consumidos con los alimentos, es decir, modifican el proceso de digestión y absorción.
Los bloqueadores del apetito suprimen la sensación de hambre durante un período prolongado, actuando sobre los mediadores del sistema nervioso central y suprimiendo el apetito.
Parecería que esto es todo, un remedio para todo aquel que quiera adelgazar y no ganar peso gracias a la masa grasa, sin embargo, además de los necesarios efectos "positivos", también existen una serie de contraindicaciones y efectos secundarios que es necesario para ser estudiado y consultar con un médico o entrenador personal.
Dado que los quemagrasas interfieren con los procesos y sistemas de nuestro cuerpo, pueden causar alteraciones en el funcionamiento de los sistemas cardiovascular, simpático y nervioso central, alterar el funcionamiento del hígado y los riñones, así como de otros órganos y sistemas.
Por lo tanto, no se recomienda estrictamente beber quemagrasas sin receta de su médico o entrenador personal.