Las chuletas son un plato sencillo que combina bien con una variedad de guarniciones.
Pero para que no sólo sea sabroso, sino también tierno y jugoso, es necesario tener en cuenta algunas sutilezas culinarias.
Que agregar a las chuletas
No ignore la regla que implica agregar pan ablandado.
Es este producto el que ayuda a mantener la jugosidad y esponjosidad del plato durante la fritura. Sin él, las chuletas quedan más densas y bajas.
También necesitas agregar verduras. Podrían ser cebollas, patatas, calabacines o repollo, lo que hará que el sabor sea más interesante y la delicia en sí quedará jugosa, tierna y aireada.
Otra regla es que definitivamente no se puede exagerar con la cantidad de huevos en la carne picada. En este caso, la golosina resultará dura. Para 600 g de carne picada bastará con 1 huevo.
Si lo desea, este componente se puede sustituir fácilmente por almidón. En el caso de que tampoco quieras añadir este ingrediente, el empanizado te salvará. Puedes usar harina o galletas saladas para esto.
La última regla para preparar deliciosas chuletas es que es mejor freír el segundo lado de la pieza de trabajo debajo de la tapa. En este caso, todo el exceso de humedad desaparecerá, pero obtendrás una costra apetitosa y de color marrón dorado.