El caldo de pollo es uno de los más buscados y populares, ya que es más económico que el de ternera y “más ligero” que el de cerdo.
El caldo a base de ave también se puede llamar saludable e incluso dietético.
Sin embargo, pocas personas piensan en el hecho de que cometemos errores habituales a la hora de prepararlo. A menudo se asocian con el uso del componente principal: el pollo.
Si lo ingresas incorrectamente, el caldo se echará a perder.
¿Cómo añadir correctamente la carcasa al cocinar el primer plato?
Vale la pena señalar de inmediato que preparar sopa de pollo y caldo son tareas diferentes. Para preparar el caldo se debe colocar la carcasa en un recipiente con agua fría.
Gracias al tratamiento térmico gradual y uniforme, el sabor del caldo se irá saturando gradualmente, adquiriendo aroma y profundidad.
Pero al preparar aves para ensalada o sopa, la carcasa debe colocarse en agua caliente. Gracias a esto la carne quedará suave y jugosa.
¿Qué hacer si quieres que tanto el caldo como la carne de pollo sean un gran éxito?
Con el enfoque correcto, podrá afrontar esta tarea. Para que la carne quede sabrosa, la colocamos en agua hirviendo siguiendo todas las reglas.
Sin embargo, para enriquecer el caldo conviene añadir lomos o piernas. En este caso, la sopa resultará de gran calidad y sabrosa.