Las cebollas fritas son un complemento elegante e increíblemente sabroso para muchos platos.
Este componente va bien con la carne y muchas guarniciones.
Pero hay un problema: no siempre es posible freír la cebolla para que adquiera el color deseado y quede realmente apetecible.
En lugar de una masa dura y dorada con un sabor agradable y ligeramente dulce, el cocinero puede terminar con una verdura poco cocida o, por el contrario, quemada.
Para que las cebollas picadas estén completamente listas sin convertirse en brasas, debes ser astuto.
Una forma es agregar bicarbonato de sodio.
El significado de freír cebollas con refresco.
Después de que la verdura picada esté en la sartén y ya haya comenzado a dorarse, se debe agregar a la masa un poco del componente a granel mencionado anteriormente.
No es necesario exagerar con el ingrediente adicional, de lo contrario el sabor del plato no mejorará.
Se debe observar la siguiente proporción: por 300 g de componente de cebolla - 1/3 cucharadita. soda.
Gracias al aditivo, la verdura comenzará a caramelizarse más rápido. Dada la alta velocidad del proceso, la cebolla estará lista más rápido y no tendrá tiempo de quemarse.
Al final del día, el cocinero recibirá el plato perfecto: bonito, dorado y aromático.