Las patatas viejas, especialmente si se almacenan mal, no saben muy bien y pelarlas no es tan fácil como parece.
Averigüemos qué trucos te ayudarán a preparar la cena con patatas viejas sin que nadie entienda nada.
truco uno
Primero debes preparar las patatas para cocinar. Para hacer esto, los tubérculos se vierten con agua fría y se dejan durante 1,5 a 2 horas, sin pelarlos directamente.
Los tubérculos se saturarán de agua y ya no estarán tan flácidos y arrugados, lo que los hará mucho más fáciles de limpiar.
truco dos
El exceso de humedad en los tubérculos afectará el sabor. Para evitar hervir patatas aguadas, es necesario añadir un poco de azúcar durante el proceso de cocción.
Para ello pelar las patatas, llenarlas con agua fría, poner la cacerola al fuego, llevar a ebullición y añadir 2 trozos de azúcar refinada o un par de cucharadas de azúcar granulada. 1 cucharadita tampoco hará daño. zumo de limón.
El azúcar actuará como potenciador del sabor, por lo que las patatas viejas tendrán un sabor ligeramente diferente al de las jóvenes.
Se necesita jugo de limón para evitar que los tubérculos se oscurezcan durante la cocción.