Es difícil nombrar algo más adecuado para el desayuno que los huevos fritos.
Según la receta clásica, este plato contiene únicamente huevos y una pizca de sal y aceite para freír.
Sin embargo, hay muchas opciones con ingredientes adicionales, así que ¿por qué no probar algo nuevo?
Una opción cercana a la clásica son los huevos revueltos con salchicha y tomate. Puedes utilizar cualquier embutido, ya sea hervido o ahumado.
Los amantes de las verduras seguramente disfrutarán de los huevos revueltos con cebolla y tomate.
Primero se debe sofreír la cebolla, cortarla en trozos pequeños, luego agregarle el tomate rallado, y solo cuando el líquido se haya evaporado agregar los huevos.
¿A quién no le gustan los huevos fritos con queso? Prepararlo es igual de sencillo: sofreír un cuarto o media cebolla en una sartén, colocar trozos de queso en los bordes y romper los huevos por la mitad.
Por cierto, puede reemplazar el queso duro habitual con queso de cabra; esta opción es adecuada para huevos revueltos. Al final se añaden pequeños trozos de queso y se mezcla bien el plato.
