El verano comienza con fresas y otras bayas, y luego la atención se centra gradualmente en las frutas de hueso: cerezas, albaricoques y melocotones.
Todo el mundo dice que las frutas son saludables, pero ¿son lo suficientemente saludables como para comerlas todos los días? Veamos el ejemplo de los melocotones.
Beneficios de los melocotones
Además de azúcares y fibra, los melocotones son fuente de vitaminas A, C, B, E, K y PP.
La fruta está llena de potasio, hierro, fósforo y magnesio, además de flúor.
Al mismo tiempo, los melocotones contienen antioxidantes, pectinas y ácidos orgánicos (málico, cítrico, tartárico, etc.).
Por tanto, no hay motivo para no incluir el melocotón en tu dieta diaria.
¿Quién se beneficia al comer melocotones?
Se aconseja a las mujeres consumir melocotones frescos para aumentar la hemoglobina.
La fruta también es útil para las mujeres embarazadas, ya que ayuda a evitar la deficiencia de vitaminas.
A las personas con enfermedades cardíacas también se les recomienda comer melocotones, y todo gracias a las sales de potasio que fortalecen el corazón.
Las frutas se recomiendan para enfermedades como alteraciones del ritmo cardíaco, hipertensión y también para el funcionamiento normal del sistema circulatorio.
Contraindicaciones
Si el estómago tiene alta acidez, no se recomienda comer melocotones, así como con hemorroides, aterosclerosis y tromboflebitis.