El sueño es muy importante para la recuperación del cuerpo.
La falta crónica de sueño conduce a una disminución de la concentración y puede provocar graves problemas de salud.
Desafortunadamente, muchas personas están acostumbradas a acostarse demasiado tarde.
Por la mañana, esto lleva al deseo de poner el despertador para “acostarse un poco más”.
El problema es que este hábito sólo empeora la condición de una persona que no ha dormido lo suficiente.
Los peligros de poner el despertador
Contrariamente a la creencia popular, esta acción no ayuda a “compensar” la falta de sueño y sentirnos más alerta.
A menudo sucede lo contrario: cuando vuelve a sonar la alarma, la persona quiere dormir aún más.
Y este fenómeno se explica de forma muy sencilla: en la mayoría de los casos, el primer despertar va precedido de una fase superficial de sueño. Si en tal situación una persona, despertada por un despertador, se da la oportunidad de "dormir un poco más", pronto probablemente se quedará dormido "profundamente". Como resultado, el despertar será aún más difícil.
Lo más probable es que la persona no se sienta completamente descansada. Será muy difícil trabajar debido a la somnolencia y la disminución de la concentración.
Por tanto, abandone la costumbre de poner el despertador durante unos minutos. Intente levantarse de la cama inmediatamente después de que suene la señal desagradable.
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