Las carnes grasas y rojas a menudo se consideran enemigas de la salud y, por lo tanto, en la sociedad existe la opinión de que se trata de un producto nocivo, lo que significa que la carne de cerdo no tiene cabida en una dieta saludable.
Pero los nutricionistas no dicen nada de eso e incluso, por el contrario, dicen que la carne de cerdo es necesaria para el funcionamiento normal del organismo.
La carne de cerdo es rica en vitaminas B1: 34,7% del requerimiento diario, B4: 15%, B6: 16,5%, PP: 29%, potasio: 11,4%, fósforo: 20,5%, cobalto: 80% (es el más abundante entre minerales), molibdeno - 18,6%, cromo - 27%, zinc - 17,3%”, dijo la nutricionista Lyudmila Mikityuk en una entrevista con NEWS.ru.
Por lo tanto, no es necesario excluir la carne de cerdo de la dieta, pero es recomendable consumirla no más de dos veces cada 7 días en una cantidad de 100 a 150 gramos (una ración).
No se debe consumir carne de cerdo si se padecen enfermedades gastrointestinales, inflamación o daño a la membrana mucosa del tracto gastrointestinal, o si existe disfunción de los órganos digestivos.
Como señaló el especialista, en los dos últimos casos la carne de cerdo y cualquier carne roja están estrictamente contraindicadas.
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