Para perder peso es recomendable no sólo reducir la ingesta calórica, sino también volverse más activo.
El caso es que la actividad física acelera la quema de calorías.
Pero hay un problema: muchas personas que quieren perder peso lo más rápido posible someten a su cuerpo a un estrés grave.
Se centran en carreras largas y entrenamientos agotadores en el gimnasio.
Pero para una persona no preparada y con exceso de peso corporal, este enfoque puede resultar peligroso.
Es posible que se produzcan problemas graves con el sistema cardiovascular y las articulaciones.
Por lo tanto, en la primera etapa de la pérdida de peso, conviene evitar correr y levantar pesas. Además, existe una forma más sencilla, fácil y segura de acelerar la quema de calorías.
Resulta que simplemente caminar no es menos eficaz para perder peso que correr y hacer ejercicio en el gimnasio.
Este tipo de actividad será especialmente útil para una persona que aún no está acostumbrada a una actividad física seria.
Las caminatas diarias de media hora aumentan considerablemente las posibilidades de perder peso con éxito.
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