Probablemente cada uno de nosotros esté familiarizado con situaciones en las que los intentos de perder peso terminan en un verdadero fracaso: el peso no disminuye, sino que, por el contrario, aumenta, a pesar de una dieta estricta y el rechazo de muchos alimentos.
La conclusión es que la nutrición a la hora de perder peso tiene una serie de matices, cuyo desconocimiento o incumplimiento lleva al hecho de que nuestro cuerpo no puede deshacerse eficazmente del exceso de reservas de grasa y formar contornos elegantes.
En este artículo encontrará 3 de estos errores nutricionales, así como formas de evitarlos.
¡Saltarse el desayuno es un error! Durante 8 horas o más el cuerpo no recibió alimentos. Para aportarle energía, recuperar fuerzas y acelerar el metabolismo después de despertarse (lo cual es especialmente importante si se quiere adelgazar), es necesario un desayuno rico en proteínas, carbohidratos, grasas y vitaminas.
Bajo ninguna circunstancia debes saltarte otra comida. A menudo sucede que, dejándonos llevar por el trabajo o los negocios, simplemente nos olvidamos de comer. Generalmente pensamos: “Ahora trabajaré un poco más y comeré, terminaré y comeré”, y así pasa todo el día y nuestro cuerpo se queda sin comida.
Cuando finalmente regresamos a casa, nuestro cuerpo experimenta una fuerte sensación de hambre, por lo que por la noche comemos mucho más que en otras comidas, lo que repercute negativamente en el funcionamiento del tracto gastrointestinal.
En su lugar, intente comer comidas pequeñas y frecuentes. Se recomiendan como refrigerio bayas, frutas, nueces, productos de cereales, batidos de proteínas y requesón.
Si no va a comer después de que el reloj marca las seis de la tarde y pasa aproximadamente 5 horas antes de acostarse + 8 horas en la cama, entonces, mediante cálculos simples, resulta que su cuerpo no recibirá nutrición durante aproximadamente 12 -13 horas.
¿Es esto bueno en tu opinión? Lo más probable es que no, porque durante la siguiente comida, cuando el cuerpo ya sabe que se enfrenta a otro ayuno largo, empieza a poner “en reserva” todas las calorías que ha recibido.
Para evitar esto, es necesario tomar un refrigerio dos o tres horas antes de acostarse. Para la merienda son adecuados el pescado, los huevos, el requesón y las verduras.
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