La mayoría de la gente cree que tumbarse o, mejor aún, dormir después de comer es incluso beneficioso.
De hecho, estos antiguos hábitos pueden clasificarse con seguridad como dañinos y destructivos para la salud humana. Te contamos qué y por qué no debes hacer después de comer.
Durante mucho tiempo se creyó que de esta forma se absorbe mejor la comida. Pero en realidad es al revés.
Una siesta por la tarde interrumpe el proceso digestivo debido a que el cuerpo humano se encuentra en posición horizontal.
Las consecuencias incluyen formación de gases, estreñimiento y otros problemas.
El hábito afecta negativamente a la absorción de nutrientes y minerales, lo que es más peligroso si eres propenso a la anemia.
Además, el té tiene un nivel de pH bajo, lo que hace que las proteínas y grasas se absorban mal.
No sólo el deporte, sino también cualquier actividad física después de comer puede provocar indigestión y dolor.
Si abusa de la recomendación, al final todo terminará en una alteración del funcionamiento del tracto gastrointestinal.
Anteriormente te contamos qué hábitos alimentarios destruyen tus intestinos .