No es el dinero ni ningún bien material lo que ayuda a una persona a ser feliz.
Incluso teniendo todo lo necesario para una vida plena, una persona no siempre se siente feliz. La razón está dentro, o mejor dicho, en su cerebro y en la falta de hormonas de la felicidad.
Esto no es ficción en absoluto. Se ha demostrado desde hace tiempo que el nivel de felicidad está determinado por las hormonas endorfina, dopamina y serotonina.
Pero esto no es lo principal. Cualquiera puede aumentar su nivel, y ni siquiera mediante medicación.
Por donde empezar
Comience con actividad física, entrenamiento deportivo, paseos al aire libre y un estilo de vida activo.
El ejercicio regular hace que el corazón trabaje más, lo que hace que el cuerpo produzca más endorfinas.
Cambia tu dieta
La dieta de una persona feliz debe incluir chocolate negro, pescado graso y aguacate, aceite de oliva, además de carne de pollo y huevos, leche, nueces y semillas, y un poco de pimiento picante no vendrá mal.
No te olvides del placer
Intimidad, masajes, risas, aromaterapia y meditación, música y películas favoritas: todas estas no son palabras vacías.
Ésta es la forma más sencilla de despertar el cuerpo y obligarlo a producir serotonina y dopamina.
Estar agradecido
Las personas educadas no sólo son personas educadas y cultas, sino también personas felices.
Se ha comprobado que el cerebro reacciona positivamente a la palabra “gracias”, lo que hace que el cuerpo produzca hormonas de la felicidad.
Esto es lo que explica el deseo de una persona de ser útil y la falta de comunicación.
Anteriormente hablamos de por qué una persona parece no tener ningún objetivo .