Realizar clases de gimnasia con un niño no requiere mucho esfuerzo ni equipamiento especial. Todo lo que necesitas es algo de tiempo libre.
Y para que el niño se sienta cómodo y los ejercicios aporten el máximo beneficio a su desarrollo, se deben seguir algunas reglas simples.
Las clases deben realizarse solo si el niño se encuentra en perfecto estado de salud y no existen contraindicaciones médicas para la actividad física.
Antes de comenzar, asegúrese de que la habitación esté bien ventilada. Si la temperatura del aire después de la ventilación es inferior a 22 grados Celsius, espere hasta que vuelva a la normalidad.
Prepare un lugar adecuado para estudiar: una superficie plana y estable, como una mesa resistente. Evite realizar ejercicios sobre una superficie blanda como una cama o un sofá, ya que puede resultar incómodo e incluso inseguro.
Puedes empezar a hacer gimnasia después de cubrir la superficie con un pañal limpio.
Desviste a tu hijo o ponle ropa ligera que no restrinja sus movimientos y no provoque sobrecalentamiento durante el masaje.
Elija el momento adecuado para hacer ejercicio; no lo haga inmediatamente después de comer ni antes de acostarse.
Durante las clases, observe las señales de su hijo. Si no le gusta un ejercicio, no insistas en continuarlo. También se debe suspender la actividad si el niño está cansado.
Finalmente, y lo más importante, asegúrese de consultar con su médico si tiene alguna pregunta antes de comenzar a hacer ejercicio. Si no estás seguro de cómo hacer alguno de los ejercicios, busca un vídeo que lo muestra en detalle.
Anteriormente, enumeramos 4 errores de los padres que crían "mendigos" en sus hijos.