La dieta de la manzana es uno de los métodos de pérdida de peso más populares.
Y de hecho: si te sientas sobre manzanas, los kilos de más desaparecen a una velocidad asombrosa.
Lo principal es seguir algunas reglas nada complicadas.
Lo primero y más importante es esto: no abusar de las frutas y no comerlas solo durante mucho tiempo.
Quienes siguen la dieta de la manzana durante demasiado tiempo exponen al cuerpo a un estrés grave. Como resultado, la grasa volverá a donde se fue recientemente.
Durante la dieta de la manzana, además de estas frutas, puedes y debes comer otros alimentos.
Estos incluyen kéfir, huevos duros, pescado, requesón y queso duro, avena, arroz y carnes magras.
Si está decidido a comer sólo manzanas, hágalo no más de un día, por ejemplo, el día antes de un evento importante.
Puede comer manzanas no solo crudas, sino también horneadas, o hacer puré de manzana o batidos con la fruta.
Por supuesto, los centímetros extra en tu cintura no te abandonarán, pero el cuerpo quedará limpio de toxinas y exceso de líquido. Al mismo tiempo, notarás agradables cambios en tu apariencia.
Y por último: la dieta de la manzana tiene contraindicaciones.
Por tanto, no se recomienda para personas que padecen diabetes, ya que la fruta contiene fructosa y sacarosa. Una vez dentro del cuerpo, provocan un aumento de los niveles de azúcar en sangre.