¿Por qué todo el mundo pierde peso cuando se muere de hambre, pero tú no? Tu cuerpo está en modo sabotaje

28.02.2025 02:40

Consumes 800 calorías al día, pero la grasa no desaparece. ¿Te suena familiar?

Tu cuerpo cree que ha llegado el apocalipsis y está acaparando cada migaja.

Los científicos lo llaman “adaptación metabólica”: cuando hay un déficit de calorías, el cerebro ralentiza todos los procesos, incluidos la respiración y los latidos del corazón.

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Foto: Pixabay

Gastas un 40% menos de energía de lo habitual y la grasa sigue siendo una reserva de emergencia. ¿Pero cómo engañar al cuerpo?

Comience con… una comida trampa.

Sí, come una pizza o una hamburguesa una vez cada 3 días. Esto convencerá al cerebro de que el hambre ha terminado y le permitirá quemar grasa. Otro truco: una ducha fría por la mañana.

Tan sólo 1 minuto bajo el agua helada activa el tejido graso pardo, que quema calorías para crear calor. Pero lo más importante es dejar de pesarse todos los días. El estrés provocado por los números en la báscula aumenta el cortisol, que bloquea la pérdida de peso.

En lugar de eso, mida los volúmenes: a veces los centímetros desaparecen mientras que los kilogramos permanecen inmóviles.

Y recuerda: el cuerpo no es el enemigo. Si dejas de matarlo de hambre, comenzará a liberar grasa voluntariamente.

Valeria Kisternaya Autor: Valeria Kisternaya editor de recursos de internet


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