Muchas personas intentan perder peso por sí solas, tomando ciertas medidas para deshacerse de esos kilos de más.
Las dietas son una de las herramientas para lograr tu objetivo.
Pero esta es una actividad tan específica que es mejor consultar con nutricionistas.

Aunque sólo sea porque en lugar de perder peso, puedes perjudicar gravemente tu salud.
¿Qué productos limitamos?
En general surgen muchas preguntas respecto a las dietas. Algunas de las preguntas más urgentes son qué alimentos puedes comer y cuáles debes evitar.
Los nutricionistas recomiendan encarecidamente a todos los ciudadanos que estén perdiendo peso conscientemente que reduzcan al mínimo la cantidad consumida de:
- dulces;
- productos de panadería, especialmente aquellos a base de masa blanca.
Al mismo tiempo, se advierte: si una persona es tan golosa que a veces simplemente no puede rechazar una barra de chocolate o un caramelo, es mejor no hacerlo en el futuro.
Es decir, a veces es posible un poco, para evitar restricciones abruptas y duras que pueden dañar el cuerpo.
De la abstinencia a la relajación
Sí, en el proceso de seguir una dieta estricta, una persona motivada puede seguirla y, en consecuencia, perder una cantidad decente de peso.
Sin embargo, más tarde el cerebro te recordará que hay un cierto límite: ahora que la dieta ha terminado, puedes relajarte y permitirte algunas cosas.
Siguiendo un impulso cerebral tentador, la gente piensa: “De verdad, ¿por qué no?” "Me lo merezco."
Empiezan a comer, pero ahora incluso más que antes de la dieta, a veces sin control, olvidándose del contenido calórico de algunos alimentos.
Se han levantado las restricciones, la luz verde está encendida. Como resultado, los kilos que se perdieron con tanta dificultad regresan.
Luego la persona vuelve a hacer dieta. Después se relaja. Luego, otra vez dieta. Y esto puede continuar para siempre.