Las frutas se consideran el refrigerio perfecto, pero cuando se combinan con ciertos alimentos, se vuelven peligrosas.
A menudo se añaden a los cócteles de leche o kéfir, creyendo que esto traerá beneficios para la salud.
Combinación dañina de frutas
Por ejemplo, el cóctel de plátano y leche es un cóctel popular que provoca pesadez en el estómago debido a la incompatibilidad de los componentes.

Las frutas cítricas mezcladas con yogur producen acidez de estómago y distensión abdominal: el ácido irrita las paredes intestinales y la proteína de la leche agrava el proceso.
Incluso las manzanas inofensivas consumidas con carne ralentizan la absorción de hierro.
Para aprovechar al máximo las frutas, cómelas solas o combínalas con verduras y hortalizas sin almidón.
Y recuerda: el melón no tolera estar en el mismo vecindario, ¡cómelo siempre solo, de lo contrario no podrás evitar problemas digestivos!
Se digiere más rápido que todas las frutas: en 20-30 minutos.
Si lo mezclas con otros alimentos que tardan horas en digerirse, comenzará a pudrirse en tus intestinos, liberando toxinas.
Con la sandía ocurre lo mismo. Cómelos estrictamente por separado o no los comas en absoluto.
La piña y la papaya contienen enzimas que descomponen las proteínas. En teoría esto es útil, pero combinarlo con carne o pescado provoca una digestión demasiado rápida, causando molestias.
Pero estas frutas son ideales después de los alimentos grasos: ayudarán al estómago a hacer frente a la carga.
Las uvas y el melón son otro dúo peligroso. Provocan fermentación, sobre todo si se toman con agua. El resultado es dolor y diarrea.
No combine frutas con alto contenido de azúcar (higos, mango) con productos lácteos fermentados: esto mata las bacterias beneficiosas del yogur o el kéfir.
¿Qué hacer si quieres un postre de frutas?
Prepara postres mono: manzanas al horno con canela, peras a la plancha o ensaladas de frutas de un solo tipo de fruta.
Y nunca comas fruta enlatada en almíbar: es una bomba de azúcar que alterará tu digestión.