Cuando comemos algo ácido, todo el cuerpo parece reaccionar al sabor amargo: la lengua arde, al cuerpo se le pone la piel de gallina y la cara se arruga.
Hoy te invitamos a aprender algo nuevo, por ejemplo, por qué aparecen muecas divertidas en el rostro debido al sabor amargo.
El sabor amargo proviene de los iones de hidrógeno que se liberan cuando los ácidos se combinan con la saliva. La misma reacción “negativa” aparece cuando probamos algo amargo o ácido.
Esta fuerte reacción de rechazo se produce porque muchas plantas que tienen estos sabores son venenosas, por lo que tu cuerpo está tratando de protegerte de cualquier daño.
Además, el ácido también se encuentra en frutas y productos lácteos en mal estado; si los comes, debes admitir, tampoco pasará nada bueno, por lo que se nos advierte sobre las posibles consecuencias.
Las expresiones faciales divertidas al comer ácido no nos ayudan específicamente a nosotros, sino que más bien “salvan” a otras personas.
En cualquier caso, esto es lo que sucedió hace muchos años: cuando nuestros ancestros antiguos buscaban comida, una mueca repentina les dijo a sus “hermanos” que debían abandonar la “degustación”.
Así, los antiguos evitaban el envenenamiento y las graves consecuencias que éste provocaba para su salud.