La avena es un producto barato y accesible, además de muy saludable, por lo que muchos nutricionistas de todo el mundo están dispuestos a clasificar la avena como un superalimento.
Hoy te invitamos a descubrir qué pasa si incluyes avena en tu dieta de forma habitual.
Reducir los niveles de colesterol
Gracias a las carnes rojas, el pollo, los huevos y la leche, nuestro cuerpo obtiene la energía que necesita, pero estos alimentos contienen colesterol “malo”. Debido a esto, aparecen placas en los vasos, lo que provoca una alteración de la circulación sanguínea.
El problema se puede resolver con avena: contiene betaglucano que, junto con el agua, forma una sustancia gelatinosa que evita que el colesterol "malo" ingrese a la sangre.
Normalización de los niveles de azúcar en sangre.
Cuando comemos, el nivel de glucosa en sangre aumenta, mientras que debido al hambre, el azúcar, por el contrario, baja. Debido a estos saltos, el cuerpo sufre y la persona comienza a sentirse abrumada, incluso si realmente no ha hecho nada.
El betaglucano de la avena suaviza estos picos: el cereal se digiere lentamente, proporcionando una sensación de saciedad duradera y nivela los niveles de azúcar en sangre.
Función intestinal mejorada
La avena contiene mucha fibra que, a su vez, mejora la digestión.
A pesar de que el producto prácticamente no tiene contraindicaciones, no está de más consultar a un médico.
control de peso
¿Cómo te ayuda la avena a mantenerte en forma? Esto se desprende de los puntos anteriores: con niveles normales de azúcar, una persona siente menos hambre y consume menos alimentos, y una función intestinal saludable garantiza un metabolismo rápido.
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