El principal temor de quienes quieren cambiar a alimentos saludables y bajos en calorías es no poder seguir con esa dieta debido al hambre.
Sin embargo, los científicos están seguros: todos los miedos son en vano si se "piratea el subconsciente".
Para probar su teoría, organizaron un estudio en el que dividieron a los sujetos en dos grupos.
A ambos grupos se les dieron batidos, pero al primer grupo se le dijo que estaban recibiendo bebidas bajas en calorías y al segundo se le hizo creer que se les estaban dando batidos con alto contenido de nutrientes.
Como resultado, las personas del segundo grupo se sintieron saciadas más rápidamente.
Esto no fue suficiente para los investigadores, por lo que también tomaron sangre de los participantes del experimento para analizarla antes y después de cada prueba.
Su objetivo era rastrear el nivel de la hormona grelina, que indica al cerebro que el cuerpo está lleno.
Con base en los hallazgos, los científicos plantearon la hipótesis de que cuando las personas comen alimentos saludables pero piensan que son ricos en calorías, sus cuerpos se llenan más rápido y extraen más nutrientes que cuando la gente piensa en las zanahorias como zanahorias, y no en, por ejemplo, un pastelito.
¿Qué se puede concluir?
Pruebe el poder de la sugestión a la hora de comer: para mantenerse satisfecho y no abusar de alimentos grasos y poco saludables, prepárese una ensalada y verduras guisadas, y en el almuerzo imagine que está comiendo patatas fritas y chuletas.
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