Al reducir la ingesta calórica, algunas personas abandonan por completo las frutas.
Y cometiendo así un grave error.
Sí, las frutas contienen azúcar, algo que tanto temen muchas personas que hacen dieta.
Pero esta no es razón para excluir por completo las frutas dulces del menú.
Un enfoque así está plagado de graves consecuencias.
Por qué no deberías renunciar a la fruta
Porque son fuentes de vitaminas y fibra.
Un rechazo total de las frutas puede hacer que una persona se canse más rápido y se sienta débil con más frecuencia.
Es posible que se produzcan problemas con el tracto gastrointestinal y el sistema cardiovascular.
El proceso de adelgazamiento puede detenerse: existe un alto riesgo de “colapso” debido al hambre y la falta de dulces.
Además, una persona que no come fruta puede recibir poca vitamina C. ¡Pero este componente es importante para el metabolismo y la pérdida de peso!
Por lo tanto, no rechace las frutas dulces (a menos, por supuesto, que sea alérgico a ellas).
Lo principal es observar la moderación. Asegúrate de que las frutas añadidas a la dieta no superen el aporte calórico máximo permitido por la dieta.
Es recomendable prestar atención prioritaria a las frutas dietéticas: cítricos, manzanas, peras, melocotones. Los plátanos y los caquis se deben consumir con precaución.
Y permítanos recordarle: antes de cambiar su dieta, una persona debe consultar a un médico.
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