Muchas de aquellas personas que deciden adelgazar antes del inicio de la temporada de playa eligen la dieta del kéfir para adelgazar rápidamente y cometen así un gran error.
¿Por qué no deberías hacer esto? Según los expertos, el consumo excesivo de kéfir es una desviación del comportamiento alimentario normal.
De media, los médicos recomiendan no beber más de dos vasos de esta bebida láctea fermentada al día.
Si descuida esta recomendación y consume kéfir en grandes cantidades con regularidad, corre el riesgo de provocar picos de insulina, lo que, a su vez, puede provocar un aumento en el número en la báscula.
Además, el consumo excesivo de kéfir afecta negativamente el funcionamiento del estómago y los intestinos, por lo que las sustancias beneficiosas contenidas en los alimentos se absorberán menos.
Como comprenderá, este patrón no puede tener un efecto beneficioso en el proceso de pérdida de peso.
Y finalmente, el kéfir no es capaz de saciar la sensación de hambre.
La bebida, por el contrario, abre el apetito, ya que activa la producción de jugo gástrico y, por lo tanto, hace que la persona coma aún más.
Anteriormente hablamos de 4 alimentos que no se deben consumir con té.