El problema del sobrepeso y la obesidad es cada vez más urgente: según estimaciones de la OMS, a mediados de los años 90 había 200 millones de personas obesas, a principios del siglo XXI esta cifra superaba los 300 millones.
En general, hay alrededor de mil quinientos millones de personas con sobrepeso en todo el mundo, y el número sigue creciendo de manera constante.
En la mayoría de los países europeos, aproximadamente el 20% de la población padece obesidad: el 21,7% de los rusos padece esta enfermedad y el 40,3% tiene sobrepeso. En Bielorrusia, en 2017, la obesidad se registró en el 25,4% y el 60,6% tiene sobrepeso; población.
Las cifras y la dinámica de crecimiento indican que el problema de la obesidad se ha convertido en una parte integral de nuestra sociedad y requiere acciones serias e inmediatas.
Por ejemplo, sólo en Rusia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 11 millones de personas necesitan cirugía bariátrica.
¿Cuál es la diferencia fundamental?
Antes de discutir métodos para combatir el problema, comprendamos la diferencia entre sobrepeso y obesidad.
De hecho, para la mayoría de la gente estos términos suelen utilizarse como sinónimos, aunque en realidad tienen una gran diferencia, dice Maxim Burikov .
Según la OMS, una persona tiene sobrepeso si su IMC (índice de masa corporal) es mayor o igual a 25. Se realiza un diagnóstico de obesidad en adultos si el IMC es mayor o igual a 30.
La diferencia fundamental es que la obesidad es un problema médico, mientras que el sobrepeso es una condición en la que una persona carga unos cuantos kilos de más por encima de su peso normal.
Pero la transición del problema al diagnóstico se produce de forma gradual; la gente no comprende plenamente toda la amenaza. Por tanto, hay que decir que el exceso de peso, incluso sin obesidad, ya supone un peligro para la salud.
Sobrepeso
El sobrepeso no ocurre de la noche a la mañana. Su aparición en la mayoría de los casos está asociada a la dieta, la inactividad física y el sedentarismo.
La aparición de exceso de peso corporal también está influenciada por malos hábitos, como el consumo de alcohol o tabaco, el consumo de grandes cantidades de azúcar, alteraciones del sueño, sustitución del agua por otras bebidas, etc. Estos hábitos y estilos de vida poco saludables suelen considerarse aceptables en la sociedad moderna.
Por tanto, la transición del peso normal al sobrepeso, y de ahí a la obesidad, puede producirse de forma casi imperceptible para una persona. Una aparición tan gradual de un problema impone ciertas obligaciones a una persona que quiere cuidar su salud. Son extremadamente simples: control periódico del IMC.
Evaluaciones socioculturales como “un hombre grande es un hombre fuerte” o “debería haber mucha gente buena” pueden desviar la atención de una persona de su estado de salud hacia categorías asociadas, por ejemplo, con las normas estéticas de una sociedad determinada.
No tienen nada que ver con indicaciones médicas precisas ni con factores de riesgo para la salud humana. El IMC es el indicador clave que determina la presencia de un problema y su grado de profundidad.
Puedes calcular el IMC (índice de Quetelet) utilizando la fórmula: índice de masa corporal = kg/m².
La OMS recomienda interpretar los valores resultantes de la siguiente manera:
- IMC hasta 18,5 - peso insuficiente;
- IMC de 18,5 a 25 - peso normal;
- IMC de 25 a 30 - sobrepeso;
- IMC de 30 a 35 - I grado de obesidad;
- IMC de 35 a 40 - II grado de obesidad;
- IMC de 40 – III grado de obesidad.
El exceso de peso (cuando los indicadores pueden oscilar entre 25 y 30) no es un diagnóstico. Una persona puede determinar su IMC en cualquier momento, pero para obtener ayuda para ajustarlo, vale la pena contactar a médicos: terapeutas, nutricionistas y endocrinólogos.
Estos especialistas, después de recopilar información sobre el estilo de vida de una persona y estudiar su análisis, pueden ayudar a crear la dieta adecuada y ajustar los hábitos, por ejemplo, recomendar agregar actividad física y dejar de fumar.
Obesidad
La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por una acumulación excesiva de tejido graso en el cuerpo. Representa una amenaza para la salud y es un factor de riesgo importante para una serie de enfermedades crónicas, incluido el cáncer.
Todos los sistemas vitales están bajo ataque: cardiovascular, pulmonar, metabólico, gastrointestinal, reproductivo, etc.
Estas son solo algunas de las enfermedades asociadas con la obesidad: hipertensión arterial, síndrome de hipoventilación, diabetes mellitus tipo 2, reflujo gastroesofágico y colelitiasis, insuficiencia renal, irregularidades menstruales (en mujeres), formación de diversos tumores, etc. La lista es significativa.
Si el exceso de peso se ha convertido en obesidad (el IMC de una persona es superior a 30), en la lucha contra él es necesario recurrir a un tratamiento más serio. La obesidad afecta al cuerpo de forma sistémica. Vale la pena involucrar tanto a cirujanos como a especialistas especializados en las enfermedades crónicas existentes. Los métodos de tratamiento se seleccionan individualmente.
Pero en la mayoría de los casos incluyen tres componentes importantes:
- cambios obligatorios en el estilo de vida;
- el uso de medicamentos especiales para el tratamiento de enfermedades crónicas;
- cirugía bariátrica.
Cómo no pasar del “sobrepeso” a la “obesidad”
La simplicidad de las recomendaciones es que parecen generalmente conocidas y comprensibles. Pero hay una complicación: la gente en realidad no tiene suficiente información sobre las complejas consecuencias de la obesidad y los peligros de las enfermedades crónicas que la acompañan.
Como resultado, las personas carecen del grado necesario de motivación para mantener un estilo de vida saludable.
Todavía existe en la sociedad una idea errónea generalizada de que la desnutrición es una falta de alimentos y no una violación del KBZHU.
La gente cree erróneamente que comer bien significa comer porciones grandes y saciantes de alimentos que contengan almidón, azúcar y grasa animal. Y se olvidan de la fibra, las proteínas y las grasas vegetales saludables.
Para evitar hacer la transición del peso normal al sobrepeso u obesidad, sigue estas recomendaciones:
- llevar un estilo de vida saludable;
- Mantener una nutrición, consumo de agua y sueño adecuados;
- deshacerse de los malos hábitos;
- controle su estado psicológico: el estrés tiene un efecto perjudicial en el cuerpo;
- controle periódicamente su IMC;
- Si su IMC es más alto de lo normal (aunque sea ligeramente), consulte a su médico.
Anteriormente, el experto habló sobre cómo el estrés afecta el cambio de peso.