Si se ve obligado a seguir una dieta baja en grasas para estar más saludable, probablemente sentirá hambre porque la grasa en sí es muy nutritiva.
Pero incluso estas dietas pueden ser nutritivas y saludables, informa ADVICE.NEWS .
A continuación se ofrecen algunos consejos sobre cómo lograrlo.
Ácidos grasos esenciales
Las grasas son la principal fuente de ácidos grasos esenciales, como el omega-3 y el omega-6, que el cuerpo no puede producir por sí solo.
Estos ácidos grasos desempeñan un papel fundamental en la función cerebral, la salud inmunológica y el bienestar general.
Si una dieta baja en grasas no incluye fuentes adecuadas de ácidos grasos esenciales (que se encuentran en pescados grasos, nueces, semillas y algunos aceites), puede provocar deficiencias y problemas de salud.
Vitaminas liposolubles
Algunas vitaminas (A, D, E y K) son solubles en grasa, lo que significa que requieren grasa de la dieta para absorberse adecuadamente.
Si una dieta baja en grasas limita estrictamente la ingesta de grasas, puede interferir con la capacidad del cuerpo para absorber estas vitaminas, provocando una deficiencia.
Saturación y absorción de nutrientes.
Las grasas favorecen la sensación de saciedad después de comer, lo que ayuda a controlar el apetito.
Además, algunos nutrientes, como los carotenoides que se encuentran en frutas y verduras de colores brillantes, se absorben mejor en presencia de grasas en la dieta.
Una dieta baja en grasas que no satisface el hambre o perjudica la absorción de nutrientes puede provocar una ingesta inadecuada de nutrientes.