Al planificar un viaje, es necesario pensar en su dieta con antelación.
Si no es posible parar a almorzar en el camino, conviene llevar algo de comida. No debe tomar alimentos perecederos ya preparados.
En primer lugar, debe llevar agua limpia sin gas. La falta de la cantidad necesaria de agua se manifiesta mucho más rápido que la falta de alimentos.
La sed no es la única preocupación cuando estás deshidratado. Puede experimentar irritabilidad, fatiga y debilidad.
En cuanto a la alimentación, conviene dar preferencia a las verduras y frutas sólidas, que pueden ser un excelente snack.
No requieren preparación y son fáciles de llevar. Estamos hablando de zanahorias, pimientos, manzanas y peras.
Los plátanos, naranjas, mandarinas y otras frutas también son beneficiosos, pero hay que pensar dónde tirar los residuos, ya que también pueden dejar marcas desagradables en la ropa y las manos.
Los frutos secos y semillas ricos en fibra dietética (almendras, pistachos y pipas de girasol, etc.) son adecuados para un refrigerio abundante y saludable.
Además, cabe señalar que los bollos integrales envasados individualmente también son adecuados para llevarlos de viaje.
Es mejor evitar los lácteos, los alimentos dulces y salados, las comidas preparadas y los dulces.
Anteriormente te contamos qué debes meter en tu maleta antes de viajar.