No se trata de una alimentación saludable si una persona come todo el tiempo antes de acostarse o sufre viajes repentinos a la cocina durante los despertares nocturnos.
Quizás una persona sufre estrés o ha adaptado su cuerpo a una determinada dieta y ahora no puede evitarlo. ¿Pero cómo negarse a comer por la noche?
Por supuesto, es poco probable que aquí pueda encontrar consejos universales, pero es importante seguir las siguientes recomendaciones si una persona quiere dormir profundamente y no sentir hambre.
Es necesario ajustar tu dieta
Por supuesto, una persona no necesita comer solo a una hora estrictamente designada, pero es necesario acostumbrarse al menos a algún tipo de horario. Por ejemplo, si una persona come cada 4 horas, podrá dejar de comer bocadillos nocturnos. Será mucho más difícil hacer esto si el individuo come sólo temprano en la mañana y tarde en la noche.
Vea la diferencia entre sed y hambre.
No siempre se da el caso de que una persona realmente quiera comer; tal vez debería simplemente seguir un régimen de bebida. Si una persona de repente siente hambre, debe beber un vaso de agua y esperar un rato, tal vez esta sensación desagradable desaparezca.
No cedas ante tus propios factores desencadenantes
Una persona debe analizar su comportamiento durante el día y comprender: ¿por qué quiere comer de noche? Lo más probable es que algo lo provoque, por ejemplo, el estrés. Si una persona se cansa en el trabajo, se pelea con alguien y luego quiere comer, tratando de ahogar sus emociones con la comida, tal vez debería abandonar los alimentos grasos y fritos y reemplazarlos con fruta, kéfir u otra leche.
comprar comida saludable
Incluso si una persona ya ha dejado de comer en exceso antes de acostarse, tal vez debería agregar un poco de beneficio a su cena tardía. Vale la pena dar preferencia a los alimentos saludables. Por ejemplo, los plátanos, los huevos duros o las nueces son buenas opciones antes de acostarse.
Mantente ocupado con algo interesante
A veces, antes de acostarse, una persona simplemente no tiene nada que hacer, así que vuelve a la cocina. A menudo una persona no sabe en qué dedicar su tiempo libre y, por eso, vuelve a preparar la cena, aunque no tiene hambre. Quizás deberías pensar en algún pasatiempo interesante, por ejemplo, tejer o ver películas y series de televisión, pero solo sin comida.