Bates la crema, agregas vainilla y te preguntas por qué tu helado casero se convierte en un charco más rápido de lo que puedes servirlo.
Esto se debe a que estás ignorando un ingrediente que todos los restaurantes tienen, pero que todos los blogueros gastronómicos mantienen en silencio.
Estamos hablando de... patatas normales y corrientes. Sí, el puré de patatas hervidas es el secreto para lograr una textura perfecta.

Añade 2 cucharadas a la mezcla de crema antes de congelarla y el helado se derretirá más lentamente que el comprado en la tienda. Pero ¿cómo funciona? El almidón se une a las moléculas de agua, evitando la cristalización.
Prueba esta receta: mezcla el puré con crema espesa, leche condensada y cacao para obtener un helado de chocolate que no se derretirá ni siquiera con el sol.
También puedes sustituir la fécula de patata por fécula de maíz: disuélvela en leche fría y viértela en la masa principal.
Después de 5 horas en el congelador, tendrás un postre que no te dará vergüenza servir a tus invitados. Y no tengas miedo de experimentar: el puré de calabaza o de batata hará que el helado quede esponjoso y saludable.
Pero las patatas no son el único secreto. Prueba a añadir una cucharada de miel a la mezcla: actúa como un estabilizador natural.
O congelar el helado en bolas rebozadas en coco rallado, lo que creará una capa aislante.
Además, utiliza bandejas de cubitos de hielo con tapa: retardan el derretimiento.