Los dumplings fritos son sin duda un plato sabroso y abundante, que además es rápido de preparar.
Pero lograr el resultado ideal no siempre es posible. Como explica Yulia Arkhipova, experta de la publicación digital BelNovosti, los dumplings congelados a menudo se deshacen durante la fritura, no quedan crujientes o se queman.
Si quieres sorprender a tu familia reunida en la mesa con unos dumplings jugosos por dentro y crujientes por fuera, utiliza las siguientes recomendaciones.
Antes de freír los dumplings, hay que hervirlos. Importante: no cocines el plato hasta que esté completamente cocido.
Coloque los dumplings congelados en una olla con agua hirviendo. Asegúrese de revolverlos para que no se peguen al fondo.
Espere hasta que los dumplings floten en la superficie: esta es una señal de que están listos para el siguiente paso.
Después de esto, retíralos con una espumadera y colócalos sobre servilletas de papel o toallas para eliminar el exceso de humedad. Ahora que los dumplings están medio cocidos y secos, puedes pasar a freírlos.
Calentar una pequeña cantidad de aceite vegetal en una sartén para que los dumplings no absorban demasiado y queden grasosos.
Coloque las albóndigas en una sola capa, asegurándose de que no se toquen.
Freírlos durante 5-7 minutos, dándoles la vuelta 1-2 veces para que se doren uniformemente.
Por último, añade un trocito de mantequilla: esto hará que los dumplings sean mucho más deliciosos y aromáticos.
Por cierto, también puedes usar hierbas frescas, champiñones fritos, queso, tocino, crema agria o crema como aditivos: todos ellos hacen que las albóndigas sean más apetitosas.