Imagínate: sueñas con una pizza crujiente con queso derretido, pero no tienes levadura ni energía para esperar una hora a que suba la masa.
Hay una salida y es más sencilla de lo que parece.
Mezclar en un bol un vaso de kéfir, una pizca de sal, dos vasos de harina y una cucharadita de bicarbonato. Amasar la masa: se pegará a tus manos, pero esto es normal.

Extiéndela directamente sobre una bandeja para hornear engrasada hasta formar una capa fina. Ahora, el paso secreto: cubrir la base con mayonesa en lugar de salsa de tomate. ¿Suena extraño?
Pero la mayonesa evitará que la masa se empape con el relleno y agregará una corteza dorada. Coloque salchichas, champiñones, maíz, lo que prefiera, pero coloque el queso en dos capas. Primero un poco de mozzarella rallada, luego el relleno y más queso por encima.
Hornear durante 15 minutos a 220ºC. El kéfir de leche fermentada creará burbujas en la masa, como la levadura, y el bicarbonato le dará un toque crujiente. Si la masa parece demasiado densa, agregue una cucharada de aceite vegetal: la hará más elástica.
Pero esos no son todos los trucos. Por ejemplo, para evitar que los bordes de tu pizza se quemen, úntalos con aceite de oliva o espolvoréalos con queso parmesano, lo que creará una corteza protectora.
Y si quieres el aroma de un horno italiano, pon una bandeja de horno con agua en el fondo del horno: el vapor hará que la corteza quede más suave por dentro, pero crujiente por fuera. Para los veganos, sustituya el kéfir por agua con gas: la masa quedará aún más esponjosa.
Y no tengas miedo de experimentar con el relleno: prueba una versión dulce con pera, queso azul y miel, o una salada con pollo ahumado y piña. Lo principal es no sobrecargar la base, de lo contrario la pizza se convertirá en una tarta empapada.
Guarde la masa restante en el refrigerador hasta dos días, envuelta en film: no perderá sus propiedades. Y sí, si no tienes mayonesa, usa queso crema o incluso crema agria espesa; lo principal es que la capa sea fina.
Esta receta es un salvavidas cuando los invitados ya están en la puerta y el refrigerador está vacío. Pruébalo: ¡solo así cocinarás tu próxima pizza!