Las tortitas de queso para el desayuno se comen al instante y sin dejar rastro. Sería bueno que resultaran esponjosos, aireados y ligeros.
Pero sucede al revés: las piezas de trabajo se vuelven blandas en la sartén, se vuelven densas y pesadas o no están cocidas por dentro.
La experta de la publicación online BelNovosti Yulia Arkhipova, cocinera y panadera de cuarta categoría, reveló los secretos de la elaboración de tartas de queso.
En primer lugar, el contenido de grasa.
Es importante elegir requesón con un contenido de grasa del 5 al 9%. Esta es la mejor opción.
Las tartas de queso hechas con requesón bajo en grasa se extienden y el requesón más graso tiene un efecto negativo en la forma de las tartas de queso y también en la figura.
En segundo lugar, la coherencia.
No es necesario batir la masa con una batidora. Para que todos los ingredientes estén bien mezclados, se debe triturar el requesón a través de un colador de metal.
Batiendo la masa con una batidora la hacemos líquida, por eso hay que añadir más harina.
En tercer lugar, la temperatura.
Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente durante la cocción.
Freír las tartas de queso en una sartén precalentada a fuego medio. De lo contrario, se quemarán y no se hornearán bien por dentro.
En cuarto lugar, proporciones.
La siguiente receta se considera ideal:
Por 300 gramos de requesón, 1 huevo y 1 cucharada de azúcar. Agrega una pizca de sal como potenciador del sabor y 2 cucharadas de harina.
¡Buen provecho!