Imagínate: sacas del armario el pan del día anterior y parece más una tabla de madera que un apetitoso pastel.
Todo es cuestión de cristales de almidón. Al enfriase pierden humedad y se endurecen, convirtiendo la miga en una masa densa. Pero este proceso es reversible: basta con “despertar” las moléculas de agua que quedan en el producto.
Este es el principio detrás del método de la toalla húmeda, que se ha utilizado en panaderías profesionales durante décadas, pero que por alguna razón está oculto para las amas de casa.

Utilice una toalla fina de algodón: las fibras sintéticas pueden desprender un olor desagradable cuando se calientan.
Humedezca el paño bajo el grifo, escúrralo para que no escurra agua pero al apretarlo en la palma de la mano quede humedad. Envuelva el pan completamente, como si lo estuviera envolviendo en una manta.
Precalentar el horno a 70–80°C. Si la temperatura es más alta, el pan se tostará en lugar de sumergirse en vapor. Coloque el paquete sobre la rejilla, dejando la puerta ligeramente abierta para permitir la circulación del aire.
Después de 10 minutos, retira la toalla y deja el pan otros 5 minutos; esto hará que la corteza quede crujiente y no empapada.
¿No tienes tiempo para perder el tiempo con el horno? Coloque el pan envuelto en una servilleta húmeda en el microondas durante 20 segundos. Añade un vaso de agua a la cámara para evitar que se seque.
Otra opción es utilizar una vaporera: 3-4 minutos sobre agua hirviendo y el pan volverá a estar aireado.
Para evitar este problema en el futuro, guarde el pan en una servilleta de lino o lona a temperatura ambiente. Estos materiales mantienen una humedad óptima, evitando un secado rápido.
Si no tienes pensado comer el pan en los próximos días, córtalo y congélalo inmediatamente; luego podrás recalentarlo en porciones en una tostadora.
Es interesante que en algunos países el pan duro se valora más que el pan fresco. Por ejemplo, en Francia se seca especialmente para ensaladas panzanella, y en Italia para crutones crostini.
Así que la próxima vez, antes de tirar una barra de pan duro, recuerda: con el enfoque correcto, puede convertirse en el plato destacado de un nuevo plato.