Es poco probable que a algún gourmet le guste un hígado duro y "gomoso".
Evitar este problema y conseguir un plato suave, tierno y jugoso es muy sencillo.
Basta con remojar previamente el producto.
En la mayoría de los casos, se utiliza leche para ello. Pero hay un problema: el tratamiento “lácteo” del hígado dura al menos 30 minutos. A veces el procedimiento dura varias horas.
Yulia Arkhipova, experta en el campo culinario de la publicación de la red Belnovosti, cocinera y panadera de cuarta categoría, sugiere llenar el hígado con otro líquido: quedará mucho más rápido y más sabroso.
Cómo llenar el hígado
El producto debe tratarse con agua hirviendo.
Pero primero es necesario cortar el hígado y también eliminar las venas y las películas.
Los trozos resultantes se deben colocar en un recipiente hondo y llenar con agua recién hervida.
El procesamiento del hígado en agua hirviendo debe durar de dos a tres minutos: esto será suficiente para suavizar y eliminar todos los sabores y olores innecesarios.
Si cocinas a fuego lento los trozos de hígado procesados en una sartén, agregando cebolla, crema agria y mostaza, obtendrás un plato increíblemente apetitoso y tierno.
Anteriormente, a los gourmets se les decía cómo preparar una deliciosa y aromática cazuela de requesón.