A pesar de que la salsa no es un plato aparte, es difícil imaginar muchas guarniciones y platos principales sin ella.
Según la experta culinaria Yulia Arkhipova, de la publicación de la red BelNovosti, una salsa preparada adecuadamente debe ser espesa y homogénea, para lo cual se le agrega almidón o harina.
En primer lugar se debe freír la harina en una sartén seca, sin añadir aceite, hasta que tenga un color caramelo.
Para evitar la formación de grumos, primero mezcle el almidón o la harina en una pequeña cantidad de agua o caldo y solo luego vierta esta mezcla con los ingredientes principales.
Después de eso, el contenido de la cacerola se debe mezclar cuidadosa y completamente.
Si la salsa queda líquida, no debes agregar más harina, ya que el plato puede terminar sabiendo a masa.
En su lugar, intente remediar la situación con mostaza normal ya preparada (no en polvo).
Sólo 3 o 4 cucharadas de mostaza pueden mejorar significativamente la consistencia de la salsa.
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