No es ningún secreto que cuando se "sumergen" en agua hirviendo, las verduras pierden rápidamente su color brillante y, con ello, su aspecto apetitoso.
Como resultado, algo pálido flota en el plato, con un desagradable tinte pantanoso.
Sin embargo, este no es el momento de darse por vencido: puedes conservar el color brillante del eneldo y el perejil en la sopa agregando un poco de refresco a la sartén.
Una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio no afectará el sabor del plato, mientras que las verduras permanecerán más vibrantes.
Si no quieres utilizar bicarbonato de sodio, existe otra opción.
Para conservar el color brillante del eneldo, las cebolletas, el perejil y otras cosas verdes, se deben picar y luego triturar ligeramente con una pizca de sal.
Después de esto, las verduras se deben sumergir en un recipiente hirviendo cuando estén listas y retirar inmediatamente la sartén del fuego. Te queda como máximo medio minuto.
Esta sencilla técnica permitirá conservar el prístino color esmeralda de las verduras y dejar inalterado su agradable aroma, haciendo así el plato más apetitoso y atractivo.
Anteriormente hablamos sobre cómo cocinar pasteles de queso en una olla de cocción lenta.