Si quieres conseguir una pasta sabrosa, elástica y bonita, debes cocinarla siguiendo unas sencillas reglas.
En primer lugar, conviene recordar a todos los cocineros que la pasta requiere una gran cantidad de agua y, en consecuencia, una cacerola bastante grande.
Para calcular la cantidad de productos, utilice la siguiente fórmula: 100:1000:10.
El primer número – 100 – es el peso de la pasta. El segundo, 1000, indica el volumen de agua y, finalmente, el último, 10, la masa de sal.
Resumamos: para 100 g de pasta seca necesitarás un litro de agua y 10 g de sal (la última cifra puede variar según las preferencias gustativas).
Pero no se recomienda enjuagar la pasta terminada.
Esto se hace sólo si el producto está destinado a agregarse a una ensalada.
Finalmente, te compartiremos un consejo que te ayudará a entender que la pasta está lista: saca un trozo del agua y usa un tenedor para partirlo por la mitad. Si la pasta aún está dura y no se rompe significa que aún no ha llegado el momento.
Anteriormente explicamos cómo pelar gambas congeladas .