A veces todos experimentamos fuerza mayor, por ejemplo, cuando los invitados ya están en camino y hay una pelota en el refrigerador.
Para no tener que sonrojarte delante de tus personas cercanas (o no tan cercanas), tómate sólo unos minutos de tu tiempo para preparar un sencillo pero delicioso bizcocho.
Por cierto, esta misma receta te vendrá muy bien cuando quieras algo dulce, pero no quieras estar horas y horas frente al fuego.
Entonces, combine 4 huevos y 200 g de azúcar en un bol. La mezcla resultante se debe batir hasta obtener picos rígidos.
Después de eso, agregue vainillina y 200 g de harina. Para evitar que la masa se caiga, utiliza una espátula para mezclarla.
La masa está lista, por lo que se puede transferir a una fuente para horno y colocar en un horno precalentado a 180 grados durante 20-30 minutos.
Cuando la galleta esté lista déjala enfriar, mientras preparas la impregnación, para lo cual es necesario disolver una cucharadita de miel en un vaso de agua hervida.
Corta el bizcocho en 2 partes y remójalo en el almíbar resultante.
Para la nata, batir la nata agria y 50 g de azúcar. Solo queda engrasar el bizcocho con crema agria, poner encima otro bizcocho y aplicarle también nata. Cortar la masa en trozos y las tartas están listas.