Las albóndigas caseras, incluso sin mucho esfuerzo, resultan mucho más sabrosas que los productos semiacabados comprados en la tienda.
Por tanto, con un poco de esfuerzo, podrás preparar una auténtica obra maestra culinaria.
¿Qué trucos podrían resultarte útiles?
Diferentes formas de arco
Puedes agregar cebollas crudas para darle la máxima jugosidad. En este caso, los chefs experimentados recomiendan picar la verdura con una picadora de carne.
También puedes añadir la verdura frita. En este caso las empanadillas quedan más aromáticas y sabrosas.
Además, no todos los cocineros conocen el truco de la cebolla en polvo. Primero, la verdura se seca en el horno y luego se tritura en un mortero hasta convertirla en polvo. Se introduce en cualquier caso, ya que las albóndigas se vuelven increíblemente fragantes.
Aceite
Algunas personas muelen mantequilla congelada en un rallador y la añaden a la carne picada. Este es un buen método para hacer que las albóndigas queden tiernas y jugosas.
Pero es mejor hacerlo de otra manera.
Congela la mantequilla, pícala en trozos pequeños y añade el ingrediente secreto a cada bola de masa por separado.