Incluso a los cocineros experimentados les puede salir mal el día.
Uno de los fallos habituales en el ámbito culinario es que la carne hervida, frita o guisada resulta tan dura que es simplemente imposible de comer.
Por suerte, incluso este plato todavía se puede salvar y aquí te explicamos cómo hacerlo.
Cuando se trata de un bistec demasiado seco, una vaporera vendrá al rescate. Si eres el feliz propietario de esta unidad, coloca el trozo de carne frita dentro y enciende el dispositivo.
No hay un tiempo exacto: habrá que revisar el filete cada 30 minutos para valorar su estado.
Por cierto, si no tienes un baño maría a mano, no importa: puedes reemplazarlo con un colador normal, que debes colocar sobre una cacerola con agua hirviendo.
Además, puedes intentar corregir la situación sin sacar el filete de la sartén: basta con añadir aquí un poco de agua y dejar la carne unos minutos bajo la tapa cerrada a fuego medio.
Los mismos métodos también son adecuados para "reanimar" rosbif, cerdo hervido o chuletas demasiado secas.
Pero si hablamos de gulash, guiso o cualquier otro guiso, sólo hay que añadir agua y seguir cocinando a fuego lento hasta que los trozos se ablanden.