Si no cocina el hígado con mucha frecuencia, lo más probable es que esto se deba a que los platos a base de él no resultan ideales.
El hígado a menudo puede producir un sabor amargo desagradable y notable.
Además, los despojos pueden permanecer secos y duros, independientemente de la calidad del tratamiento térmico. Por eso, es necesario conocer algunos secretos culinarios que siempre te permitirán cocinar el hígado al más alto nivel.
¿Cuáles son?
sal y refresco
Muchas amas de casa experimentadas saben que una solución especial ayudará a preparar un hígado de excelente calidad. Para ello necesitarás tomar cuatro vasos de agua.
Agrega una cucharada de sal y la misma cantidad de refresco al líquido.
El hígado previamente picado permanece en la solución durante 20 minutos. Después podrás empezar a cocinar de forma segura.
Leche
No te olvides del método clásico de tratar el hígado antes de cocinarlo. Consiste en colocar los despojos preparados en un recipiente con leche durante media hora.
Es mejor tomar un producto con un contenido medio de grasa.