Ahora es un buen momento para mimarse activamente a usted y a los miembros de su familia con platos a base de berenjenas y calabacines.
Mucha gente coincide en que las verduras quedan más apetecibles cuando se fríen.
Sin embargo, surge un problema importante: los productos absorben el aceite vegetal de forma demasiado activa, lo que aumenta significativamente su consumo.
También vale la pena señalar que el sabor de las berenjenas y los calabacines disminuye: resultan demasiado grasos. También puede ganar peso rápidamente con estos alimentos debido a su alto contenido calórico.
¿Qué truco ayudará a hacer frente a este problema?
Primero hay que picar el calabacín o la berenjena de la forma habitual. En un recipiente guardamos un huevo de gallina, previamente batido ligeramente.
En el segundo recipiente debería esperarnos harina de trigo.
El calabacín y la berenjena rallados se sazonan con sal y especias. Luego debes cubrirlos con un huevo de gallina y hacer una capa de harina para empanizar.
Después de esto, puedes freír las verduras de forma segura.
El sabor y la calidad del plato no dejarán indiferente a nadie.