Seguro que alguna ama de casa ha oído que el tema del bicarbonato de sodio a la hora de preparar tartas de queso es uno de los más “candentes”.
Algunas personas creen que es imposible introducir polvo en la pieza de trabajo.
Según los partidarios de esta teoría, los refrescos serán, en el mejor de los casos, inútiles. También se cree que puede arruinar el sabor de un excelente plato de requesón.
Pero también existe la opinión contraria. Los defensores de otra teoría creen que sin refrescos, los pasteles de queso simplemente no pueden crecer. Pero esto es necesario para que el plato quede magnífico.
¿Quién tiene razón en esta situación?
No se puede decir que sólo una opinión sea correcta: cada una de las teorías tiene sus propios puntos fuertes. Si, por ejemplo, no utiliza un solo producto ácido durante el proceso de cocción, entonces el polvo no tendrá nada con qué reaccionar. Por supuesto, introducir refrescos en este caso no tendrá sentido.
Sin embargo, el polvo sí afecta el volumen de los productos de requesón. En este caso, la masa debe contener al menos un producto ácido.
Si faltan, puedes iniciar tú mismo la reacción química con vinagre.
Sin embargo, debes entender que una gran cantidad de refresco puede arruinar un plato sabroso, así que no te dejes llevar.